domingo, 24 de mayo de 2015

Jonathan Rhys Meyers destruido por el alcohol!!! :OOO



Con la excusa del Festival de Cannes, las productoras tratan de atraer toda la atención posible hacia sus próximos estrenos, buscando una repercusión que les sitúe como los favoritos en la carrera de las más taquilleras.



Eso han tratado de hacer con el film 'Damascus Cover', del que desvelaron tanto su póster promocional como un pequeño trailer. El problema es que la estrella principal del mismo, el actor Jonathan Rhys Meyers, se encontraba a muchos kilómetros de distancia, ofreciendo una imagen muy alejada del glamour que rodea a cualquier producción hollywoodiense. Una fotografías captadas en plena calle, en las que se podía ver al actor con un aspecto muy desmejorado, avivaron la preocupación acerca de la adicción al alcohol que lleva años arrastrando.




Despeinado, con la camiseta manchada, los pantalones sin abrochar y la mirada enrojecida, el actor fue captado por los fotógrafos comprando un par de botellas de vodka a plena luz del día y bebiendo desesperadamente en la puerta del establecimiento. Nada que ver con la imagen que el mundo entero tiene de Rhys Meyers, proclamado como la renovación del gentleman inglés, siempre perfecto y siempre glamuroso, al filtrarse las fotografías, muchos de sus fans pensaron que se trataba de una caracterización para rodar una película... JA!



De hecho, hace menos de un mes, la prometida del actor, la productora Mara Lane, compartió una fotografía de ambos donde se les podía ver en plena forma y presumiendo de felicidad. ¿Qué ha ocurrido en estas semanas que pueda explicar esta imparable bajada a los infiernos?





Seis ingresos en rehabilitación

La lucha del actor con el alcohol no es nada nuevo. Desde que saltara a la fama han sido constante los rumores acerca de sus adicciones, así como los intentos para terminar con ellas. Durante los últimos años, ha llegado a ingresar en rehabilitación en seis ocasiones -las últimas tres en 2005 y 2007, en una clínica en Malibú, y en 2009, cuando pasó tan solo un mes en desintoxicación- y ha protagonizado innumerable altercados con la justicia, desde ser arrestado en los aeropuertos de Dublín y Nueva York por ir demasiado borracho, hasta ser condenado a pagar una multa por intoxicación en público. En 2011 tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital por un posible intento de suicidio, evidenciando que su recuperación no estaba siendo tan prometedora como parecía.



El actor siempre ha tratado de quitarle importancia a sus adicciones. "La gente tiene la idea de que soy ese chico salvaje y rebelde. Pero la verdad es que no lo soy y no sé si estoy muy seguro de querer descubrir lo aburrida que es mi vida. Como actor joven e irlandés estás marcado antes de empezar. Es un cliché que nunca termina", declaró en 2007.



No obstante, la realidad ha sido muy diferente. El alcohol ha estado presente en su vida, sobre todo, desde su salto a la fama, aunque se agudizó tras la muerte de su madre a los 50 años, tras una larga etapa luchando también contra el alcoholismo -el actor se crió con sus abuelos, ya que su madre era incapaz de cuidad de él y de sus hermanos-. "No había pensado en beber desde el fallecimiento de mi madre", reconoció. "Para mí no es la mejor forma de superarlo".


Aun así, parecía que en los últimos tiempos había podido retomar el rumbo de su vida. Tras terminar su tormentosa relación con la 'socialite' Reena Hammer -que tampoco ayudó nada a frenar sus adicciones-, su círculo más cercano respiró aliviado.




Se abría la puerta para la recuperación. El problema es que parece haberse perdido antes de empezar. Hay quien apunta al carácter extremadamente sensible y frágil del actor, que puede haberle llevado a caer de nuevo en la bebida.


No obstante, puede que su reciente estancia en Marruecos por motivos laborales haya avivado viejas heridas que hayan acabado por volverle a hacer caer en la bebida. Y es que el actor sufrió uno de sus peores momentos cuando su amigo y mentor Christopher Crofts fue encarcelado por corrupción de menores en Marruecos. Crofts fue puesto en libertad, pero la visita del actor a la prisión un golpe muy duro.



Sea como fuere, no es la primera vez que Rhys Meyers tiene que lidiar con el alcoholismo y tampoco sería la primera vez que consiguiera superarlo. Esperemos que se trata de un bache más... por que como la cosa siga así... si que se va a hundir de verdad!

Bye Bye Valentine!



No hay comentarios:

Publicar un comentario