La actriz comparó el hecho con una “violación sexual”.
La portada de noviembre de Vanity Fair con Jennifer Lawrence parece enviar un mensjae: Si la actriz quiere que el mundo la vea en topless, será bajo sus propios términos.
En la revista, rompe el silencio con respecto a la polémica por las fotos íntimas filtradas en internet: “Tenía mucho miedo. No sabía cómo afectaría mi carrera”.
“Simplemente porque sea una figura pública, o porque sea una actriz, no significa que haya pedido esto. No significa que viene con la fama. Es mi cuerpo y debería ser mi elección, y el hecho de que no lo sea, es completamente repugnante. No puedo creer ni que vivamos en un mundo así”, opinó con entendible fastidio.
En su momento, cuando estalló el escándalo, Lawrence consideró escribir un comunicado pero finalmente no lo hizo: “Cada cosa que intentaba me hacía llorar o enojar. Comencé escribiendo una disculpa, pero no tengo nada por lo que pedir perdón. Estaba en una amorosa y sana relación de cuatro años (con Nicholas Hoult). Era a distancia por lo que tu novio va a mirar pornografía o a ti”.
La actriz, que actualmente está saliendo con Chris Martin, quiere aclarar algo: “No es un escándalo. Es un crimen sexual. Es una violación sexual. Es desagradable”.
Hace tan solo unos días, Marty Singer -prestigioso abogado estadounidense a cuyos servicios recurren frecuentemente las estrellas de Hollywood- envió una dura carta a los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, así como a Eric Schmidt y a los abogados de la compañía, en la que los acusa de “comportamiento poco ético y premeditado”.
El documento continúa señalando que Google ha fallado a la hora de “actuar de forma inmediata y responsable en la eliminación de las imágenes a sabiendas de que estaban facilitando y perpetuando una conducta ilegal, además de haber ganado millones a costa de la victimización de las mujeres”.
Lo cierto es que es un tema muy complicado, y hasta cierto punto entiendo que la difusión masiva que a tenido todo esto es bastante difícil de controlarla, la putada es que a sido Jennifer Lawrence la que a pagado el pato, fue de las primeras en salir y desde luego la más controvertida, y "gracias a eso", con el resto de imágenes (de otras actrices) se a tenido un control mucho mejor, había pocas imágenes y por segundos menos.
Personalmente creo que deberían centrarse más en el hacker o más bien... los hacker que les robaron su privacidad y no tanto en las grandes empresas, que desde luego tienen parte de culpa, pero no toda.
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