Después de muchas noticias, finalmente se ha confirmado y hecho pública la separación de Miley Cyrus y Liam Hemsworth. Tras la noticia de que Miley dejo de seguir a Liam en twitter como comentábamos esta semana.
-> http://thep-ink.blogspot.com.es/2013/09/miley-cyrus-deja-de-seguir-su-novio-por.html
Después de su ruptura, que según algunos medios fue a través de What App, Liam se puso en contacto con Miley para decirle que no quiere que le devuelva el anillo de compromiso de Neil Lane con el que le pidió matrimonio hace un año.
"El quiere que Miley se quede con el anillo. No le pediría que se lo regresara. Liam le dijo que lo guarde como un recuerdo de su gran amor y que haga con él lo que quiera", comentó una fuente de Radar Online
Liam le pidió matrimonio porque el estaba convencido de que Cyrus era la mujer de su vida, con la que iba a estar el resto de su vida, sin embargo, este año, se ha dado cuenta de que era demasiado joven, y que el compromiso les venía grande a los dos.
El anillo, de 3,5 kilates costo aproximadamente 250.000 dólares.
Lo mejor de todo el tema, es que, mientras Miley se va atacada desde todos los francos, sola, y teniendo que responder a muchas preguntas, Liam sale de fiesta y ha sido captado este fin de semana con la mexicana Eiza González.
Y cuando decimos captado, no nos referimos a cualquier cosa. Han estado el fin de semana divirtiéndose en Las Vegas, y también se les ha visto saliendo de casa de Liam en Los Ángeles.
Por la mañana saliendo de casa de Liam |
Saliendo de casa de Liam en Los Ángeles |
Saliendo de casa de Liam en Los Ángeles |
Pero sin lugar a dudas, la foto importante, a sido la del beso. Sí... A una semana de haber terminado su relación de 4 años con Miley ya anda mostrándose tranquilamente junto a Eiza.
Y yo me pregunto... ¿Estáis seguros de que la culpable es Miley?
Personalmente, Liam tiene fama de bueno, timido y honesto, pero para mí, esta última acción retrata su verdadera cara. Eso, o que no le importa una mierda Miley.
Quién por cierto de él, jamás ha dicho otra cosa que no sean alabanzas. Finalmente no tenía ni palabras.
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