Sabéis de sobra que Taylor no es santo de mi devoción, pero he de reconocer que cada día se lleva un trocito más de mi corazón. La tía canta que da gusto, se curra sus canciones, escupe veneno en dosis que resultan bastante divertidas, pero lo más brutal es lo bien que trata a sus fans, y eso dice muchísimo de un artista.
La afortunada en esta ocasión es Rebekah Bortnicker, quien recibió una enorme caja incluso personalizada, de parte de la mismísima Taylor Swift y lo mejor es que iba cargada con un cheque de casi 2.000 dólares para ayudarle a devolver los préstamos de la universidad.
1989, la cifra que da nombre a su último álbum, han sido los dólares que Swift ha enviado a Beka, una de sus seguidoras más fieles. Ante tal sorpresa la joven estudiante estadounidense rompió a llorar de la emoción y después no dudó en compartir los ingeniosos regalos.
Y es que Taylor hay que reconocer que se lo ha currado. En la caja metió una carta de agradecimiento en la que vemos el lado más sensible de Taylor; una foto de dos niñas disfrutando retocada con el nombre de la cantante y de la destinataria en la que Taylor añada que se siente afortunada de llamarle amiga; además le regaló uno de sus collares y para despejar las dudas de que todo se tratara de una broma le mandó la fotografía, como prueba de su trabajo artístico.
"Gracias, gracias, gracias desde el fondo de mi corazón. Nunca en un millón de años hubiera imaginado que esto me pasaría a mí". Así se expresaba la joven tras recibir el regalo de Swift y es que a pesar de que la cantante tiene millones de fans, intenta mantener el contacto con ellos.
Tengo que decir que si fuera yo la fan, y me escribiese mi cantante favorita, tiraría todo, temblaría como un flan y no podría decir una palabra, increíble la entereza de la chica.
B-R-U-T-A-L
Chapó por Taylor Swift!
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